jueves, 4 de septiembre de 2008

Roguemos porque nunca nos pase



Ayyys qué dolor!!
Pobrecita. Hay que concentrar nuestra energía para que nunca nos pase esto, es trágico que en tan lindo escenario nos pasara algo así. Me imagino que se habrá dado un buen golpe físico y otro muy grande en la autoestima.
Esto es algo que no se enseña en ninguna escuela, se aprende solo saliendo con un par de narices a un escenario y rogando para que todo salga como tu quieres.
Cuando se engancha el velo a algo, tu parte de arriba del traje se desabrocha, la falda se te rompe o te la pisas, te enredas el pelo con los crótalos, el candelabro prende fuego a algo o a ti a lo bonzo, las velas se te apagan por una corriente de aire en plena entrada en la oscuridad, le tiras la bandeja al camarero haciendo un lindo arabés en el restaurante donde trabajas,se te incrusta la espada en el cráneo cuando se te resbaló, el bastón salió volando y le dió a una espectadora mientras hacías los giros super rápidos con la consecuente inercia...cuando lo miras así los bomberos parecen nenas comparado con el riesgo que corremos las bailarinas, jejeje.
De todos modos la sonrisa es lo último que debe desvanecerse de tu cara cuando algo así sucede y con toda la dignidad retomar por donde lo dejaste.
Recuerda que la cara de pánico es lo último que debes demostrar salvo el caso del candelabro y prenderte fuego, ahí debes correr para apagarte lo antes posible.
Otra cosa es que todo lo anterior te pase en el mismo espectáculo, entonces debes replantear tu futuro en el baile o ir a que te quiten el mal de ojo, jiji.
En fin, que a todas nos ha pasado algo y no estaría mal que me contaráis anécdotas personales que ayuden a las que empiezan a evitar algunos "accidentes" cara al público.
Espero que os animéis.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo soy de las que empiezan. Aunque tengo muy poca experiencia, he aprendido que un pañuelo en la cabeza tiene que estar bien sujeto, si se te va cayendo... primero que no ves y segundo que acaba distrayéndote del baile. Que cada baile tiene sus complementos, aunque muchas veces no da tiempo para cambiarse, hay que quitárselo todo. En un baile me dejé unas tobilleras de cascabeles, que se me engancharon con una falda que tenía todos los bajos de bolitas... no podía moverme... jejejeje. Y por último, hay que comprobar la resistencia de las tarimas donde hay que bailar, este verano éramos 7 chicas bailando una percusión y se comenzó a balancear de un lado a otro... pensábamos que salíamos en vídeos de primera, por suerte resistió.

Medea dijo...

Que desagradable lo de la tarima. Hay que ver en los sitios que nos meten o nos metemos a bailar.
Si es que...la gente se piensa que se puede bailar practicamente en cualquier sitio, dentro de nada representaciones desde los servicios/ WC de los establecimientos, jejejeje.

Tienes razón con lo de los complementos, hay que ser honesta con la imagen que se proyecta de uno mismo y con los posibles accidentes que provoquen.

Un saludo y...sigue cosiendo, que no se te da mal.

Lilith dijo...

Pero ante todo no hay que olvidar que somo seres humanos, y podemos tener un accidente o equivocarnos y no pasa nada, hasta los famosos la cagan de vez en cuando, Juan Gabriel se cayo del escenario, la misma Shakira tambien se metio un buen golpe bailoteando, el error es humano, no pasa nada, hasta en las Olimpiadas los mas grandes atletas fallaron, no pasa nada,