viernes, 12 de marzo de 2010

De vuelta....

Pues la verdad es que he tenido abandonado el blog desde comienzos de febrero, pero es que la vida me ha dejado en estos meses los peores momentos de mi vida.
El lunes día 8 de marzo, me padre murió tras una larguísima y horrible enfermedad.
El cáncer me ha arrebatado a mi padre y nos ha dejado a todos en mi famila un vacío tremendo en nuestro corazón.
Solo quisiera plasmar en este espacio, que ha sido el reflejo de mi universo personal en la danza, que mi padre tuvo mi más sentido homenaje con el espectáculo Arenas de Oriente en 2008. Él fue mi inspiración, mi fuerza y mi sustento para soportar los devenires de organizar tremendo evento.
Estaba entre el público cuando se estrenó, y le dediqué Arenas de Oriente en los agradecimientos finales, lloró y yo desde el escenario sentí su orgullo y emoción.
Ahora entiendo cuán importante es la danza para mi, permitió que le expresara a mi padre cuánto le admiraba y le apoyaba en esos duros momentos de la enfermedad.

La danza también me ha consolado en éstos días de dolor: Muchas alumnas/os, mis bailarines, compañeras de danza, clientes y amigos directamente relacionados con mi profesión artística, se han acercado al tanatorio a darme el pésame, o me han enviado mensajes al móvil y por facebook, aparte de las muchas llamadas de cariño que he recibido.
Todas éstas personas conforman una tupida red para sustentarme como maestra y profesional, pero me han demostrado que existen vínculos personales forjados por horas de baile y buenos momentos.
Desde aquí darles mi más profundo agradecimiento, porque me he sentido querida y arropada cuando más lo he necesitado.
El vacío que me deja la pérdida de mi padre nunca se llenará, pero procuraré darle con mi vida futura, todas las satisfacciones posibles que él disfrutará desde el cielo.
Cuántas veces te lo dije, pero te lo dejo aquí escrito porque me hace falta gritarlo al viento y mandarte todo mi amor allí donde estés,......TE QUIERO PAPÁ!!!!!!!!!!!!!!

Te dedico una de tus canciones favoritas, que me costará oírla durante mucho tiempo sin que me salten las lágrimas.