jueves, 28 de agosto de 2008

Vestuario en danza oriental II

Pensé que tardaría más en recopilar la información para esta parte pero no. San Google ha salido en mi ayuda y también he determinado que son tantos los trajes diseñados como arena en la playa,así que son solo unos ejemplos para hacer la información un poco más tragable.

En la danza oriental como la conocemos hoy en día el atuendo suele mostrar la zona de la barriga y los brazos suelen ir más o menos desnudos.
Lo más común es un dos piezas (sujetador y fajín) recamados de pedrería y lentejuelas, con mayor o menor trabajo en el diseño y materiales. De ahí su elevado coste, ya que normalmente los trajes profesionales son hechos a mano artesanalmente. El dos piezas se complementa con una falda que puede ser del mismo color/es del set o en contraste para enriquecer el conjunto. Hay quién se pone varias faldas o velos de colores colocados estratégicamente para ensanchar las caderas y aportar movimiento en un efecto óptico o simplemente por estética, combinando colores con las telas.
Las faldas son de gasa, de seda, de lycra o de cualquier material con un cierto aguante para el movimiento. Las de gasa y seda enriquecen el movimiento de la bailarina en giros y desplazamientos en tanto que las de lycra enfatizan los shimis y golpes de cadera así como las curvas naturales de la mujer. Ofrecen más resistencia al desplazamiento pero son muy elegantes. A veces las faldas de lycra vienen bordadas de tal manera que el dos piezas se convierte en top y falda en vez de fajín. Se integra todo en una pieza. Es el atuendo más usado por el estilo cabaret y la última moda entre las grandes bailarinas, que apenas usan ya las faldas separadas. Todo ello con profusión de colores, diseños y complementos. Hay una corriente de diseñadoras/es que dejan cada vez menos a la imaginación, colocando agujeros en sitios estratégicos (en las faldas como norma)o gasas transparentes donde debería haber tela opaca. Hay algunos elegantes, pero la mayoría resultan vulgares y alejados del concepto genuino del vestuario oriental.
Aqui algunos ejemplos de todo lo nombrado.



Desde luego hay infinidad de calidades y normalmente al empezar a bailar escogemos trajes que no nos arruinen por su coste,así que suelen ser los que se producen en serie (todos iguales en diseño y cambiando el color) o los de estilo turco (con piquitos en el sujetador y el fajín) que son más económicos. Pero poco a poco hay que ir buscando y tener al menos uno que sea el favorito de la colección y que sea de gran calidad.
Hay quien escoge la opción de coserlos a mano a su gusto particular. La verdad es que se suele notar que son caseros porque no se emplean los materiales de los trajes profesionales, pero si la autora está conforme con su trabajo demostrará una gran confianza en su vestuario y en su actuación.

CONSEJOS PRÁCTICOS.
- Usad todos los sistemas de seguridad posibles para ajustar los vestidos a vuestros cuerpos con botones de presión, corchetes y enganches. Nunca son suficientes para evitar un topless no deseado en medio de una actuación.
- Si tenéis mucho pecho buscad trajes de la talla exacta de vuestro busto, ya que no hay nada más desagradable que ver unos pechos que no sabes si están dentro y quieren salir o están fuera y quieren entrar.
-Nunca uséis un sujetador bajo un traje de danza oriental. SIEMPRE SE VE. Y menos si es del color opuesto al vestido.
- Los brazaletes o mangas a juego con el vestido, procurad que se ajusten perfectamente a vuestro cuerpo porque no hay nada más incómodo que ir perdiendo partes del traje por el camino.
- Si os habéis comprado un traje y debéis coser para acomodarlo a vuestro cuerpo, procurad no hacer chapuzas con aguja e hilo para acabar antes. Hay que intentar que el hilo sea del mismo color que el predominante en el traje, que sea doble para que dure más y hacer las puntadas cortas para que sostengan la presión. Si los tirantes están en una posición más ancha, por favor: descoserlos es la mejor opción y coserlos a la altura que os quede bien y no que haga una fea V en la espalda.
Una vez cosido y adaptado, hay que ponerselo y bailar al menos dos piezas de "shaabi" (el ritmo de las canciones de Hakim que son las más frenéticas) o dos percusiones incidiendo en golpes de pecho y en twists de cadera. Ese test nunca falla. Si hay algún problema lo veréis sobre la marcha y evitaréis situaciones embarazosas.
- Los trajes también se lavan aunque parezca "increíble". En un barreño con agua fría y jabón para prendas delicadas Perlán, se introducen por partes los trajes. Con un cepillo blando como el de los zapatos, se frota el forro interno del sujetador y todo lo que esté en contacto con la piel hasta que haga espuma. Se cepillan ligeramente las lentejuelas y aplicaciones con extremo cuidado. Se aclara todo con abundante agua fría y con una toalla vieja (por si destiñen) se seca la parte rígida y los flecos con cuidado y se empapan las partes del forro para que suelten el exceso de agua. Se dejan secar encima de una mesa o del tendedero sin que cuelguen, porque con el agua y el propio peso se podrían romper. Tener especial cuidado en secar todas las piezas metálicas con las que fijas el traje a tu cuerpo, porque se pueden oxidar y dejan unas feas marcas. Con las faldas no hay tantos miramientos, las oscuras a la lavadora con ropa del mismo color y las claras con la ropa blanca.
- Las faldas de satén son especialmente sensibles al calor y sumamente arrugonas. Así que si tenéis que actuar en algún sitio procurad tenerla fuera del bolso en un perchero porque pareceréis una arruga con piernas.Y ojo con la plancha, temperatura baja porque si no tendréis un agujero cuando menos os lo esperéis.
- La bisutería como brazaletes, pendientes, pulseras y tobilleras es comveniente que les déis con agua y jabón para quitarles restos de sudor y maquillaje que terminan por oscurecerlos y hacerles manchas realmente feas. Secarlas bien y al aire para que no se oxiden.
- Hay trajes que con tanta lentejuela rígida roza la piel en sitios que con el movimiento se van poniendo rojos. Si sucede esto hay que ampliar el forro o coser una pieza pequeña de tela para evitar esas rojeces. Son antiestéticas y dolorosas.
- Los complementos como mangas, brazaletes, coronas, pulseras y grandes pendientes hacen casi imposible terminar con decencia un número de velo. Se enganchan y rompen y a veces te arrancan el pelo, la oreja o lo que se tercie obligándote a romper la magia del momento con una cara de dolor o de apuro por solventar la situación.
- Los postizos de pelo nunca llevan las suficientes horquillas para sujetarlo, nunca. Hay que poner todas las que puedas porque una bailarina muy, muy importante me contó lo desagradable de una actuación donde se le desprendió el postizo y al caer se le enganchó en la falda por la zona de los pies. Ella se movía por el escenario y el postizo la seguía cual perrito faldero, lo que ocasionó el revuelo en la sala, por no decir las risas.
HAY QUE BUSCAR LA COMODIDAD, LA ELEGANCIA Y LA LIBERTAD EN UN TRAJE Y SUS COMPLEMENTOS, QUE OS FAVOREZCA Y PERMITA ENSEÑAR TODO EL ARTE QUE LLEVÁIS DENTRO.

Seguro que se me ocurren más consejos, así que en futuras entradas os aburriré con más.

1 comentario:

Mild dijo...

Esos consejos son buenos recordarlos a la hora de una presentacion