jueves, 28 de agosto de 2008

Vestuario en danza oriental I



Grandioso tema el del vestuario en danza oriental.
Cuando empezamos a bailar en clases nos conformamos con el caderín de monedas de toda la vida y tontas de nosotras, con ropa deportiva cómoda y versátil, normalmente negra que tenemos de las diferentes ocasiones que nos propusimos ir al gimnasio.
Bueno, pues cuando vas periódicamente a clase, te das cuenta por el rabillo del ojo que hay tres o cuatro compis que vienen a clase como odaliscas de harem, todas rebozadas en gasas, pañuelos de monedas de sofisticado bordado y tops nada cómodos para hacer clase.
Entonces dices...mmmm, ¿qué hago?. Y ese es el principio del fin. Te acercas, les preguntas donde compraron tal o cual prenda y comienza el declive.
Un pañuelito más mono, una faldita de gasa (con velo a juego), un bombacho...etc. Cuando te das cuenta no te cabe la ropa en la bolsa de clase y decides hacer un huequito en tu armario. Ahora tienes sitio suficiente, jejeje.
Algunas de tus compañeras defienden la postura de venir divinas a clase ya que el espejo les devuelve una imagen de reina de Saba que les empuja a ser mejores al verse más guapas. Otras no hace falta que digan nada pero lo hacen por lucirse y el resto de las mortales, pues vamos normalitas hasta que entras en la espiral de la ropa oriental. Es una plaga.
Si encima tienes representación de final de curso, inviertes en un modelito un tanto mejor que te servirá para futuras actuaciones. Aunque las profes avispadas inmersas en el "oriental business" te cambiarán el vestuario en diferentes ocasiones para ganarse unos eurillos a costa de tu fiebre de bailarina del vientre.
Cuando has llegado a este punto, cualquiera te dirá que eres un caso perdido.
Ya ha germinado la semilla de la ostentación y la sensualidad. Luchas por mejorar tu técnica, te metes en todos los saraos de danza oriental, comienzas a crearte una opinión de lo que quieres que sea tu estilo, tu profesora es una diosa a la que no ves defectos y procuras dedicar todo tu tiempo libre a esta adicción.
Claro, en este punto ya el huequito en el armario se ha quedado pequeño. Entre el bastón, las alas, las 12 faldas con velo, dos trajes que empezaste a coser para ahorrarte unas pelas y que ahí continúan, tres acabados y 18 velos (siempre tienen que sobrar para hacer doble velo o la danza de los 7, jiji). Más las primeras prendas del chino que ahora son demasiado cutres para tu estilismo, resulta que lo oriental se ha comido tu armario. Luego te surge una cena o una boda y dices...¿pq ya no tengo ropa? ¿en qué me he gastado el dinero? ¡No tengo qué ponerme!...a quién no se le ha ocurrido la frase ¡Ojalá pudiera ponerme mi conjunto nuevo de danza oriental!! jajajajaja. Pero entras en razón y te pones el de la boda de tu prima, por más pasao que esté.

Luego viene la etapa en la que descubres el material que hizo famosa a China y a la ruta con el mismo nombre. LA SEDA. Eso debería ir en grande y en dorado, jejeje.
Esa caricia del velo mientras bailas o el aleteo de la falda entre tus pies... es el Ferrari de los conjuntos de falda y velo. Estampada, lisa, tye dye, psicodélica, pintada a mano, bordada, sin bordar, debes tener un conjunto como sea e inviertes cantidades que nunca te has gastado en un prenda de ropa normal. Ayy cuando ves tu cartera adelgazar...¡Pero es taaan bonita! te dices.
En fin, de esto saben bastante parejas, maridos y arrejuntados que soportan con fruicción nuestra decadencia oriental que normalmente termina salpicándoles a ellos como una ola tamaño tsunami. Consultar Asociación de Damnificados por la Danza Oriental (ADDO) para más info sobre este daño colateral de la danza del vientre.
En siguientes entregas sobre vestuario me adentraré en la variedad de atuendos usados en la danza oriental y sus vertientes, así como en estilos y consejos útiles.

2 comentarios:

Zahira dijo...

xDDDD es cierto, a mi me pasa igual. A todas nos pasa igual!! Cuando me apunté a clases, em compré en el rastro dos pañuelos en el rastro, de esos un poco cutres (mucho jeje) y claro vas descubriendo las tiendas, que si el espectáculo... etc etc yo no se cuanto dinero me abré dejado en trapitos. Es cierto que verte bien ayuda, e ir un poco oriental a las clases pues quieras que no te hacen meterte en situación. Me pongo yo las monedas hasta para practicar en casa jeje (y os bombachos y el top... jijiji) eso más las clases = RUINA ayyy si esq no puede ser.

Por cierto, me gusta mucho tu blog, te he anotado en la lista de blogs del mio ;)

Indotari dijo...

Me has descrito.

Luego está la etapa en la que cualquier cosa te valdría para ponerla en tu traje, sobre todo si haces tribal, eso ya es enfermizo.