De los negocios y la danza...

Hoy he estado meditando acerca de este mundillo del negocio asociado con la danza.
He reflexionado largo y tendido para volcar una reflexión razonada en mi blog acerca de este tema. Está claro que uno parte de las experiencias vividas para formar una opinión sobre algo, pero dentro de este hecho, intento ser siempre objetiva y ver todos los puntos de vista.

La frase "Hay mucho intrusismo en la danza oriental" está muy oída y la he usado en más de una ocasión a pesar de que tiene su parte de razón y me toca de lleno en algunos aspectos.
Cuando analizas la frase y te das cuenta de que en este sector como en cualquier otro, hay gente que sin tener idea de nada, se lanza al panorama profesional como si tal cosa y tira pa´lante sin ningún problema.
Para ser justos con la frase, yo también he sido una intrusa. Cuando empecé a dar clases, me sentía mal conmigo misma porque pensaba que no tenía ni idea.
Esa percepción se la trasladé a mis alumnas, con ánimo de no engañar a nadie y de expresarles mi sentimiento de crecer juntas y explorar la danza oriental casi de la mano. La suerte que tuve fue la de comenzar en un centro maravilloso que siempre confió en mi y de un alumnado que estuvo a mi lado en todos los proyectos que emprendí en la danza.
Durante esos años quise aprender y aprender todo lo que podía, por mí misma y por el amor que sentía al bailar...y por otro lado, para enseñar a mis alumnas todo lo que yo aprendía. Hice cursos con bailarinas que siempre he admirado, aprendí con gente maravillosa y exprimí a mis maestras a más no poder, para absorber todo lo que podía.
Ojo!!. No con vistas a copiarlas, ni para hacer un negocio oriental perfecto, que vaa!!. Me impulsaba la insaciable necesidad de aprender y de enseñar.
Aún sigo pelenando entre la crisis y esa necesidad, jajaja. Ahora me pienso mucho el tipo de intensivo, quién lo imparte y el precio. Como los buenos talleres suelen ser fuera de mi isla, pues los gastos se elevan al cubo. Así que hay que meditar muy bien las opciones. La cosa es que pienso que no he rascado ni la superficie de lo que hay que aprender.
En fin, para no desviarme. Ahora considero que cuando imparto clase tengo una base sólida que me he labrado durante los años transcurridos, que mis alumnas aprenden y me he currado mucho el hecho de que no se lesionen en el intento. Creo que ahora mismo tengo la seguridad de poder enseñar con cierta "calidad" si me permitís la palabra.
Hace al menos tres años que encontré algunos vídeos de bollywood por youtube mientras buscaba material de oriental. El primer vídeo que ví, fue el "Nimbooda" donde sale Aishwarya Rai. Me enamoré de ese baile tan alegre y divertido, de esos decorados y vestuarios, vaya...que tuve un flechazo.
Me pasé los meses siguientes intentando encontrar a alguien que lo impartiera por mi ciudad o por cualquier sitio aunque fuera lejano. Recuerdo que una profesora que tuve, trajo en esos meses a una chica que decía hacer bollywood, pero realmente estuvimos dos horas saltando por la sala sin parar y la verdad es que me quedé muy decepcionada.
Yo seguí buscando profesoras y mirando vídeos y enamorándome más y más de este baile, aunque siempre priorizando mis trabajos en oriental y casi dedicándole toda la energía a mis festivales y clases.
Y tras mucho buscar conozco a Mistri, que accede a venirse a Tenerife a dar los primeros cursos que se hicieron en esta isla de Bollywood, en Marzo y Junio de 2008. Los cursos fueron bien, pero podían haber ido mejor. La gente estaba reticente, no sabía qué era Bollywood. Pero salían del curso flipadas como yo de este baile.
Me costó la vida ir moviéndome con mi grupo de baile durante los comienzos de 2008 ya que el oriental absorbía casi todo mi tiempo, y como tampoco había interés por parte del público, trabajábamos más lentamente.

Luego llegó Slumdog Millionaire y todo cambió.

Ahí empezó el boom y la oportunidad de negocio para los avispados y amigos del "intrusismo" sobre algo en lo que ya muchos creíamos hace años y que veníamos como hormiguitas trabajando y trabajando.
Ya tenía coreografías montadas hace tiempo con los hits que empezaron a sonar en televisiones para cualquier programa, los conceptos de las fiestas los tenía en mi diario de notas esperando la oportunidad, mis chicas trabajaban mucho desde hacía tiempo y me llamaron loca por apostar al caballo, que aparentemente, era el perdedor, solo porque me gustaba bailar bollywood. Trabajé duro durante mucho tiempo y gracias al boom, ahora también disfruto de los beneficios, pero mi conciencia está limpia porque no aproveché un negocio cual tiburón, sino que lo que hago lo siento por dentro y me hace feliz.

Ahora esa gente se ha subido al carro del negocio sin tener idea, cuando renegaron de este baile en su día y ahora ven que les puede reportar beneficios económicos.
Siempre hice las cosas de corazón porque creía en ellas, le gustaran al gran público o no, le pongo pasión a lo que hago esté de moda o no y a veces sientes que las cosas deberían ser de otra manera.
En fin, desde aquí un saludo a la competencia que surge por las modas, sugerirles que sean rigurosos en su trabajo para que no engañen al público e insulten una cultura y que cuanto más disfruten danzando mejor lo pasará el público.

Sin más, os dejo para seguir trabajando cual hormiguita en las cosas que me hacen feliz.